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Los órganos de las relaciones internacionales

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Algo muy cierto e importante de señalar es que mantener una relación de cualquier tipo, en ocasiones es difícil, a nosotros los seres humanos a veces se nos complica mantener una relación de manera individual, ahora imaginen lo complicado que suele ser el establecer una relación de Estado a Estado. Resultaría más difícil debido a muchas circunstancias, por ejemplo, el sistema político de un país es diferente al de otro, y en esas situaciones hay países que no están de acuerdo con algún régimen establecido, pero es allí donde debe existir la capacidad de un Estado, de lograr tener una capacidad diplomática, para evitar que lleguen a suceder desavenencias que pongan entredicho las relaciones y estabilidad de un país.

Las relaciones internacionales tienen un enfoque de unión entre los países y de este modo se puede lograr mantener y establecer una amistad entre naciones por así decirlo, pero las relaciones no terminan como una simple amistad entre pueblos, ésta deriva otros supuestos, como el llevar a cabo acuerdos, tratados, donde se logran establecer, oportunidades de desarrollo para los países.

El mantenimiento de las relaciones internacionales se realiza por medio de los órganos creados al efecto por los Estados. Como representación  jurídica tangible, el Estado es una abstracción, requiere para actuar como persona internacional, una persona o grupo de personas físicas que le representen. La una y los otros constituyen el órgano que le da cuerpo al Estado.

 El Jefe de Estado es el único órgano supremo del mismo. Los demás órganos sólo lo asisten en sus funciones en el interior y lo representan en el exterior. Hay órganos nacionales e internacionales. Los nacionales son las personas determinadas por la constitución o las leyes de cada país, para actuar individual o colectivamente en el orden internacional, en representación del Estado, dentro de los límites asignados a sus funciones.

Los órganos interiores son los Jefes de Estado y los Ministerios o Secretarías de Estado de Relaciones Exteriores. Los órganos exteriores pueden ser permanentes o temporales. Son permanentes las representaciones diplomáticas y misiones acreditadas  ante Organismos Internacionales y sus funcionarios;  son temporales con carácter diplomático las misiones que asisten a conferencias y eventos internacionales (cumbres, entre otras).

Todos los agentes diplomáticos gozan de los mismos derechos, prerrogativas e inmunidades, cualquiera que sea su categoría, salvo en materia de precedencia y etiqueta, para la cuál rige el principio establecido de la antigüedad en sus funciones. Los jefes de misiones son asistidos en su labor por el personal diplomático a sus órdenes, Ministros Consejeros, Secretarios de primera, segunda y tercera clase y agregados. Suelen  designarse también funcionarios especializados; agregados militares, navales o aéreos, consejeros o agregados económicos o comerciales, culturales, obreros, agrícolas, etc, cuyas instrucciones le son impartidas por el Ministro del ramo, sin perjuicio de la representación diplomática ordinaria.

Cabe destacar que las relaciones internacionales en primera instancia las realiza el Jefe de Estado, en el caso de México el presidente en turno, en coordinación con su ministro de relaciones exteriores, quien a su vez se organiza con las embajadas establecidas en cada país con el que se pretende establecer una relación de cualquier índole.

Los Jefes de Estado, generalmente son el órgano administrativo más importante de un país, tienen una función de representación exterior, efectúan la recepción y el envió de los agentes diplomáticos y consulares, la ratificación de los pactos internacionales, la declaración de guerra, el establecimiento de la paz, señala la política internacional, las alianzas entre otras más.

Es de suma importancia la labor que realizan los órganos de las relaciones internacionales, estos coadyuvan a los países a las buenas relaciones entre los mismos y de esa manera conservar la paz.

FUENTE:

http://www.diplomaticosescritores.org/revistas/18_6.htm

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